Split. La historia alrededor del Palacio de Diocleciano
Posteado en Arquitectura, Croacia, Curiosidades, General, Historia, Turismo on March 14th, 2010 by Jorge – Se el primero en comentar
Split, ciudad llena de vitalidad que es conocida como la principal ciudad de la región de Dalmacia, tiene más de 200.000 habitantes y se trata de la segunda ciudad más poblada de Croacia por detrás de Zagreb, la capital.
Como todas las ciudades, ésta también tiene su historia y es que ninguna ciudad ha nacido ya hecha, y esta menos que ninguna; su llamativo origen nos sitúa en los tiempos del Imperio Romano. Exactamente a mediados del siglo III fue cuando Dalmacia vería nacer a Gaius Aurelius Valerius Diocletianus, que aunque de muy baja cuna, pronto se haría con el poder llegando a ser Diocleciano, emperador de Roma.

Diocleciano
Fue conocido por promover una de las últimas campañas en persecución de los cristianos y un buen número de medidas militares y económicas, pero sin duda su mayor aportación a la historia fue la tetrarquía en el año 284 d.C. Entonces el imperio quedaría dividido para el resto de sus días entre Oriente y Occidente, en su origen exactamente se dividió en cuatro partes.
El control se repartía entre dos augustos y dos césares, pero la teoría decía que cada 20 años el máximo poder debía pasar de los primeros a los segundos y éstos últimos buscarían nuevos césares para dar continuidad a una línea de sucesión muy dañada en el pasado y en la que ahora se intentaba evitar cualquier intromisión.
¿Qué tiene en común todo ésto con Split? Pues bien, gracias a esta última medida llegó el año 305, y con él las doradas vacaciones del augusto Diocleciano, su abdicación voluntaria (el primero de todos los emperadores en hacerlo) trajo consigo su retiro y el lugar elegido sería, como no, la tierra que le vio nacer…
Por aquel entonces Dalmacia era una provincia romana, y Salona, su capital. A pocos kilómetros se encontraba Aspálathos, su nombre original hasta que fue bautizada como Spalatum, que se trataba de una entre las muchas colonias griegas, ahora romanas, alrededor del Adriático. Y sí, fue aquí, un lugar tranquilo, donde Diocleciano pensó en pasar el resto de sus días alejado de las turbulencias de Roma y mirando al mar entre las montañas de Kozjak y Mosor.
Un ex-emperador no podía descansar en cualquier lugar, y ya en el año 293 la construcción de un palacio había comenzado. Se levantó una estructura que se extendía por 38.000 metros cuadrados y cuyo aspecto recordaba más bien a una fortaleza militar o castrum (tal vez por añoranza de los años como militar del emperador).